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Información útil para conocer el Salto de la Negra Libre

Disfrutá de una caminata entre las sierras. 

CÓMO LLEGAR: desde la ciudad de San Luis son 70 kilómetros de distancia. Se puede ir en auto por la RP 9 con dirección a La Carolina, en las proximidades de la Hostería Las Verbenas. El ingreso al campo del señor Pérez posee una ermita a la Difunta Correa junto a la ruta. Si no, desde la Terminal de Colectivos va la empresa Polo (destino La Carolina, parada Piedra Blanca), con servicio diario por un costo de $ 80.

DATOS ÚTILES. Leyenda, aventura y cascada en las sierras de San Luis.

GUÍA: se recomienda hacer la excursión con guía calificado. El precio oscila los $ 600 por persona e incluye guía profesional de trekking, servicio de guardavidas, seguro de accidentes personales y asesoramiento. No incluye transporte, bebidas ni comidas. Contactarse con Marcos Orellano al +549 266 5006113 o por e-mail a marcosorellanotrek@gmail.com.

DURACIÓN DEL RECORRIDO: la travesía tiene un total de 16 kilómetros y la duración es de unas ocho horas entre ida, pausa para comer y refrescarse, y vuelta.

ALOJAMIENTO: no hay establecimientos para hospedarse en el lugar, aunque algunos pasan la noche en carpa a campo abierto. Los hoteles en la ciudad de San Luis rondan los $ 1.500 la habitación doble en hotel 3 estrellas y también se encuentran hostels desde $ 800. Otra opción es hospedarse en la vecina Hostería Las Verbenas (lasverbenas@speedy.com.ar), por $ 2.700 la habitación doble con servicio de pensión completa y $ 2.300 con media pensión.

GASTRONOMÍA: hay que llevar preparado algo para almorzar, como sándwiches y frutas, así como también frutos secos y barras de cereal para reponer energías en el recorrido.

Info

Tips

Para saber más.

Infaltables. En la zona no existe ningún lugar para adquirir nada, por lo que es fundamental ir preparados con cosas básicas como protector solar alto, gorra, ropa cómoda y deportiva y dos litros de agua por persona (luego se puede recargar en los arroyos y vertientes). Si bien lo ideal es ir lo más liviano posible, una cámara de fotos se vuelve también imprescindible.

Avistaje de aves. El cielo es otro de los escenarios que merece la pena descubrir en el Valle de Pancanta. Si se mira con atención, se logran ver desde aves grandes como cóndores y jotes, a las más pequeñas como zorzales, remolineras, loicas y otras típicas de la zona. Unos binoculares pueden ser de mucha ayuda para observarlas en detalle e identificarlas.

Vivir en poesía. Los versos, leyendas, relatos y sonetos del poeta sanluiseño Antonio Esteban Agüero describen el encanto de los ríos, paisajes y costumbres de la provincia de San Luis y trasladan sin escalas a estos ambientes. En un extracto de Cantata de los Molles, escribe: "(...) Oh, el país de los molles, la provincia de piedra, montaña cuya savia me circula por dentro, inmóvil mar con olas de lunas y de basalto, ínsula azul y verde donde es grato el destierro. (...)".

Apachetas. A lo largo de la travesía se pueden ver en distintos puntos pequeños montículos de piedras apiladas. Los orígenes de esta tradición se remontan a los incas y fueron utilizados también por los diaguitas. Representaban pequeños altares en honor a la Pachamama y podían ir acompañados de distintas ofrendas. Hoy los viajeros reproducen este rito para agradecer a la naturaleza y procurar un buen viaje.

Perfume a durazno. Algunas de las versiones sobre la leyenda del Salto de la Negra Libre cuentan que, cuando la mujer se arrojó al vacío, llevaba en sus brazos una alforja de duraznos silvestres. Estos se expandieron por el río y hoy en día serían los padres de los durazneros que tiene la región e incluso habrían sobrevivido misteriosamente a algunos incendios.