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Gastón Burlón: “Ojalá podamos tener algo de gente en invierno, aunque hoy las posibilidades sean escasas”.

El secretario de Turismo de Bariloche aseguró a Voy de Viaje que trabajan para el "minuto 1" después de la pandemia.  

Gastón Burlón, titular de la Secretaría de Turismo de Bariloche, aseguró a Voy de Viaje que, desde el inicio del aislamiento, están trabajando en dos líneas fuertes: asegurarse de que los turistas que quedaron en la ciudad rionegrina regresen a sus hogares, y de pensar en el "minuto 1" de la salida de la pandemia.

De las 31 mil plazas que tiene la ciudad rionegrina, emblema del turismo nacional e internacional, lograron sacar 8.000 personas que habían quedado varadas, y aún están abocados a facilitar los procesos para los últimos regresos. En paralelo, piensan en el futuro y no dan por perdido el 2020, al menos la esperanza de que la reactivación comience antes.

“Nadie puede saber cuándo comenzará la reactivación, pero tenemos todas las estrategias armadas para que, al llegar el momento, podamos levantar la térmica y empezar a invitar a la gente para que venga”, agregó.

El funcionario patagónico aseguró que han realizado encuestas sobre qué piensa la gente, y sobre un perfil de pasajeros, pero es algo que va cambiando con las noticias sobre la pandemia.

“Tenemos desarrolladas plataformas de ventas, pero no nos parecía el momento para largar aún. Hay mucha gente que está pensando en viajar cuando se levante la pandemia, pero la situación económica será complicada”.

Anillos cercanos

“Pensamos la salida en anillos. Lo que más rápido va a reaccionar es lo que está cerca. En nuestro caso, la afluencia de turistas del Valle de Río Negro y Neuquén. Somos conscientes de que aviones no va a haber, mucho menos del exterior. No vendrán vuelos de Brasil, que teníamos récords en los últimos años. No va a pasar, además, porque conocemos las decisiones que ha tomado Brasil”.

Además, sabe que mucho tendrá que ver con decisiones que no tomarán los destinos, sino por ejemplo saber qué pasará con las fronteras.

“Hay que destacar el esfuerzo de los privados de mantener a su gente. Pero sabemos que, por más buena voluntad, por más ahorros que tengan, con ingreso cero eso se termina en algún momento. Hay hoteles que tienen una sola habitación ocupada, con pasajeros que no han podido regresar, y ellos mantienen a pesar de todo”, aseguró.

Para Burlón, el efecto económico de la pandemia será gravísimo, y es imprescindible el apoyo fuerte del estado, para los sueldos o los impuestos.

De todos modos, no pierde la esperanza de que antes de fin de año puedan empezar a ver movimientos. “Estamos trabajando sobre la idea de que a lo mejor en invierno pueda llegar a venir algo de gente, poder recibirlos. El Cerro Catedral, por ejemplo, está trabajando en su mantenimiento, con protocolos importantísimos de seguridad. Es necesario hacerlo, porque si se llega a abrir la posibilidad de viajar, tenemos que estar preparados”.

“Ojalá podamos tener algo de gente en el invierno, aunque hoy las posibilidades sean escasas”.

Todo de nuevo

Habrá que repensar la industria, dijo Burlón. “Tendremos que adecuar las tarifas a los mercados posibles. Bariloche tiene desde hostels económicos a hoteles cinco estrellas. Seguramente, el turista argentino no podrá pagar las tarifas que paga el extranjero, y eso nos obligará a replantear muchas cosas”.

El funcionario sí cree que impactará en la forma de compra de la gente: “Se va a revalorizar el trabajo del agente de viajes. Los primeros pasajeros que pudieron volver a sus casas fueron aquellos que llegaron a través de agencias. Los respaldaron, se ocuparon de ellos. En los casos de quienes compraron por internet, muchos todavía no tuvieron respuestas. Eso la gente lo va a empezar a ver y se va a valorar”.