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Fuerte Quemado: una ventana a la historia de los Valles Calchaquíes

Legado inca. La "intiwatana" es un arco de piedra por donde cada 21 de junio con el solsticio de invierno se cuela el primer sol de la estación. (Secretaría de Turismo de Santa María de Yokavil)
Legado inca. La "intiwatana" es un arco de piedra por donde cada 21 de junio con el solsticio de invierno se cuela el primer sol de la estación. (Secretaría de Turismo de Santa María de Yokavil)

Es el último poblado al norte de Catamarca, sobre la ruta 40. En uno de sus cerros, por una “ventanita” de piedra se cuela el primer sol de invierno, sintetizando el valor arqueológico de la zona.

Al norte de Catamarca y atravesado por la ruta 40 se encuentra Fuerte Quemado, un pueblo de unas 500 personas con calles estrechas y casas de adobe. Forma parte de los Valles Calchaquíes, que contienen valles y montañas de Salta, Tucumán y Catamarca.

Una de las particularidades de este rincón catamarqueño es la "ventanita" o intiwatana que se halla en la punta de un cerro. Se trata de un arco de piedra, legado de los incas, que permite ver el amanecer y por donde, de manera perfecta, cada 21 de junio con el solsticio de invierno se cuela el primer sol de la estación.

Ubicado a unos 300 metros sobre el nivel del río, desde allí se puede observar además el valle de Yokavil, la población de Fuerte Quemado y sus cultivos, el río Santa María y las montañas.

Turismo arqueológico

Actualmente, solos, en pequeños grupos o con sus familias, los visitantes llegan a Fuerte Quemado para conocer su historia.

Declarado Patrimonio Histórico Provincial, cuenta con un conjunto de ruinas en piedra que se conserva inalterado. Quienes lo visiten pueden recorrer el antiguo pucará y las bocaminas de donde se extraía oro, plata y cobre.

Estas ruinas están en la margen del río y alrededor hay bosques de algarrobos, chañares, tuscas, jarillas y retamas. Las construcciones pertenecerían a los acalianes, que eran diaguitas, y que habrían habitado estas tierras por más de 500 años.

Entre las callecitas, uno puede imaginar dónde estarían los talleres de hilado, los corrales de llamas, los depósitos de granos y morteros. Viviendas con forma de herradura, canales de riego y cuadros de cultivo completan el cuadro.

Datos útiles

En Fuerte Quemado no hay hoteles pero las puertas de las casas familiares están abiertas con comidas típicas, lugar para descansar y acompañamiento para conocer las ruinas.

14 kilómetros hacia el sur está la cabecera del departamento, Santa María de Yokavil, con 20 mil habitantes y mayor oferta de alojamiento e infraestructura turística. Más información: