Federación, la ciudad de las termas

Federación, en Entre Ríos, es la ciudad termal por excelencia desde que en 1994 se descubrió este recurso natural a 1.260 metros de profundidad, con un gran caudal y una temperatura de 42 grados. Este hecho fue rápidamente captado por las autoridades del momento y tres años después, en 1997, se inauguró el primer parque termal de la Mesopotamia, regenteado hasta la actualidad por el municipio. Su difusión y explotación motivaron de inmediato la llegada de miles de turistas de todo el país, quienes -hasta el día de hoy- colman sus instalaciones, especialmente en temporada alta.

Con 13 piscinas cubiertas y al aire libre, con temperaturas de 32 a 42 grados, el lugar es ideal para pasar el día en familia, ya que cuenta con bares y restaurantes, mesas y bancos donde poder sentarse con sus propias provisiones.

La oferta gastronómica también es importante y variada, aunque se destacan los platos con pescados de río, como surubí, pacú y boga. Incluso frente al Parque Termal hay un centro comercial con bares y restaurantes y, obviamente, negocios de venta de artesanías y productos regionales.

En esta temporada de frío es conveniente ir bien abrigado y luego, en los vestuarios, colocarse la malla y una bata que se puede alquilar allí mismo, al igual que toallas, reposeras y mesas. Las instalaciones están abiertas de 8 a 20. Todo queda cerca para moverse caminando, ya sea a los hoteles o a algún restaurante próximo.

Parque acuático

Dentro del mismo predio se construyó un parque acuático sobre 11 hectáreas que hace las delicias de los pequeños y también de los adultos.

Entre las actividades se destaca un río lento de 600 metros de largo por cuatro metros de ancho, una gran pileta de olas, toboganes de hasta 20 metros de altura, una plaza náutica y un excelente patio de comidas.

Este parque funciona de 11 a 18 y los niños deben estar acompañados siempre por un mayor.

El complejo también cuenta con un spa llamado La Posta de Mandisovi, nombre que se debe al origen de la posta creada en 1777 por el capitán Juan de San Martín, hasta que en 1810 Belgrano le otorga la categoría de poblado. El spa, para el cual hay que reservar turno con anticipación, tiene un circuito hídrico, masoterapia y terapias alternativas.

Vale recordar que las aguas termales, que también están en las piscinas de los hoteles, tiene facultades curativas para la reumatología crónica, artritis, afecciones del aparato respiratorio, contracturas, estado de estrés en general y, por su composición, además son diuréticas, descongestivas, sedantes y relajante muscular.

Casco céntrico

Las avenidas Entre Ríos y su continuación San Martín son el eje principal del centro de la ciudad. Sobre ambas manos se encuentran la mayoría de los negocios y también algunos bares y confiterías, llamando la atención que las veredas sobre el lado derecho, viniendo del Centro Termal, son altas, con escaleras y techadas. En su trayecto de ocho cuadras se puede apreciar la plaza Libertad con la Torre del Reloj, la parroquia de la Inmaculada Concepción y al frente la oficina de Turismo, con buen material gráfico y excelente atención.

La calle céntrica termina en el puerto y desde allí, bordeando el lago, se puede hacer una hermosa caminata de unos cuatro kilómetros por la costanera, la cual permite ver los paradores sobre la playa.

Más allá del agua termal

Desde Federación es imprescindible visitar la represa de Salto Grande, ubicada en el curso medio del río Uruguay, a unos 15 kilómetros de la ciudad de Concordia y de Salto, en Uruguay.

En el mismo viaje se puede recorrer la ciudad de Concordia, fundada en 1831, y visitar, por un lado, la Catedral de San Antonio de Padua, frente a la plaza 25 de Mayo, cuyo altar mayor fue donado por Flora, la hija del general Justo José de Urquiza; y, por el otro, el castillo San Carlos, visitado por Antoine de Saint-Exupéry, aviador y escritor francés, autor de “El Principito”.