buscar

Esteros del Iberá: yacarés, boas y caballos que nadan por el agua

El equipo de Hoy no duermo en casa presenció un momento único: el cruce de caballos por los esteros. 

La locura viajante de Hoy no duermo en casa se trasladó hasta la provincia de Corrientes, precisamente a la localidad de  Concepción,  con el objetivo de navegar los Esteros del Iberá.

Gracias a su peculiar geografía y al difícil acceso, la zona cuenta con una rica y variada población animal.

PARA EXPLORADORES. Recorriendo los Esteros del Iberá

La fauna autóctona incluye numerosas especies amenazadas para las cuales éste es uno de los últimos hábitats remanentes.

A medida que pasa el tiempo, el hombre avanza  con su frontera de intereses. Es aquí donde lo natural pierde terreno. Algunos de los más importantes representantes de la fauna de los Esteros del Iberá habían sido cazados hasta la extinción a fines del siglo XX, tales son los casos del oso hormiguero y del yaguareté.

Cuando el ser humano coloca sus intereses por sobre los propios de la naturaleza, no se da cuenta que comienza a romper el delicado equilibrio de los ecosistemas. Felizmente en los últimos años, el oso hormiguero está siendo exitosamente reintroducido a su ambiente y en breve una  reserva se prepara para intentar lo mismo con el yaguareté.

Exploración 

Ya en el Segundo día de remada,  Matias,  Lucas y Juan se topan con unos lugareños a la vera del arroyo carambola. Cruzan algunas palabras en guaraní e invitan a la otra parte del grupo para llegarse hasta la costa. Se ve que algo interesante está por venir…

Como tiempo atrás el nivel de los esteros había subido por causa de las fuertes lluvias, justamente para evitar que los animales se ahogaran, los  Ibereños  suelen pasar el ganado a las zonas más altas.

Por Eso, cuando el caudal toma su nivel normal vuelven a pasar los animales al sitio en que se encontraban. Esta costumbre es única aquí y por supuesto, se debe a que los campos donde la gente tiene la hacienda, son susceptibles a las inundaciones propias del Estero.

Periplo

Los Ibereños se preparan para el cruce. Una persona irá montando el caballo sin montura y consigo llevará dos caballos más, a los cuales los llaman “señuelo”.  Ingresarán al agua, mientras tanto, los arrieros hacen que el ganado siga a los señuelos.

Paralelamente otro grupo de personas se sitúan en las balsas al margen del arroyo, con el objetivo de ir direccionando el ganado dentro del agua. Los animales irán haciendo pie hasta un sector y luego comenzarán a nadar. A parte de arrear el ganado, otra tarea que tienen los que van en balsa es ir cargando dentro de ellas, a los terneros más chicos que se van cansando.

Luego de varias horas, el cruce de la tropa fue un éxito. Los chicos fueron  invitados  a comer un costillar de cordero a la llama en la isla de sisicué y con pansa llena volvieron por el arroyo en el que venía el navegando hasta encontrar el puerto que los vio salir días atrás.

Temas Relacionados