Escapadas en celeste y blanco

Tucumán es cuna de una de las más destacadas civilizaciones precolombinas que florecieron en esta parte de América, autora de legados como los enigmáticos menhires, que cubren una buena parte del valle provincial.
La ciudad de Tafí del Valle, emplazada a la vera del manso lago del dique La Angostura, puede ser utilizada como "base de operaciones" por quienes quieran conocer, con viajes cortos, otros destinos que componen el menú turístico de esa provincia.

La ruta 307, espina dorsal del recorrido, conduce a los viajeros inquietos hacia Ampimpa, destino obligado de los aficionados a la astronomía, que por su aire libre de contaminación y diáfano cielo, fue elegido para emplazar el observatorio astronómico del mismo nombre, el más famoso del noroeste.

Superado El Infiernillo, el punto más alto de la red caminera de Tucumán, se presenta  el camino hacia Amaicha, localidad famosa por las bondadosas condiciones de su microclima. La villa, de fuerte raigambre indígena, es el hogar de la Pachamama, cuya fiesta, en Carnaval, se remonta a épocas ancestrales y está rodeada por algunos atractivos adicionales naturales como el cercano pueblo  Los Sazos. Éste presenta laberínticas y curiosas calles de una mano y si se remonta el canal que alimenta el pequeño dique de esa localidad se encuentra con La Cascada, un inhóspito oasis en medio del pedregal, donde una serie de saltos de agua parecen brotar de la roca misma.

Hacia el Valle Calchaquí. El derrotero conduce hacia los misterios del Valle Calchaquí y en primer lugar aparece Colalao del Valle, población encerrada entre dos pintorescos ríos de montaña. La pequeña villa es un remanso que promete relajamiento a toda prueba para quienes buscan compenetrarse con el estilo de vida del lugar. Embebida de historia, la comuna invita a su historia, lo que equivale poco menos que a retroceder en el tiempo a cada paso, desandando el camino hacia El Antigal, el último resabio aborigen que da nombre a uno de los festivales más característicos del valle.
Alojamiento y gastronomía

Desde la infraestructura de alojamiento y la sabrosa gastronomía hasta el patrimonio arquitectónico y el natural, Tucumán se posiciona en el interés turístico.

Estancias, campings, hospedajes, hostales, hoteles, hosterías y posadas componen una amplia oferta para todas las preferencias y presupuestos.

Un comportamiento similar tienen las propuestas de turismo alternativo porque las hay de distintas modalidades: cabalgatas, paseos en bicicleta, caminatas, pesca y muchas más.

Cuando la noche se instala en Tucumán numerosos bares y restaurantes invitan a prolongar las jornadas en coquetos bares y restaurantes que ofrecen las típicas comidas criollas tales como: locro, huaschalocro, tamal, humita, chanfaina, charqui, charquicillo, puchero criollo, estofado agridulce con pelones, huevos quimbos, cuajada, bizcochos criollos, dulce de leche, arroz con leche y los gaznates, confitura propia y única de los valles Calchaquíes.

En Tafí, merecen un párrafo especial los quesos, herencia jesuítica que aún puede disfrutarse con su receta de elaboración original en la estancia Los Cuartos. Pero cada casco de estancia tiene su propia cocina quesera que se evidencia en el Festival del Queso, que se hace cada año.

Para quienes se dirigen a Tafí del Valle desde San Miguel de Tucumán por la autopista (ruta nacional 38) se encontrarán con Acheral, el pueblo donde Atahualpa Yupanqui gustaba cabalgar y que inspiraron la famosa zamba Luna tucumana.

En Acheral hoy se puede visitar el museo Atahualpa Yupanqui. Más adelante se empalma con la ruta provincial 307 que sube al cerro paralela al río Los Sosa. Un abanico de paisajes conducen hasta el Monumento al Indio y los miradores desde donde se observa la fértil llanura del este tucumano, en esta época tapizada de caña de azúcar.

Otros caminos alternativos son el desvío por Famaillá, para tomar la ruta Interpueblos, entre la profusa vegetación pedemontana y, para quienes accedan directamente desde el sur por la ruta 38, el acceso a Monteros, atraviesa el pintoresco pueblo Soldado Maldonado y la localidad de Santa Lucía hasta empalmar con la 307.

Ferias artesanales y una agenda cultural complementan la invitación de Tafí del Valle para disfrutar del 22 al 25 en una escapada en celeste y blanco.

Para agendar

Cómo ir. Desde San Miguel de Tucumán a través de la ruta nacional 38 (hoy autopista) se recorren 50 kilómetros hasta Acheral, donde se empalma con la ruta provincial 307. Hay caminos alternativos como el desvío por Famaillá y la ruta Interpueblos.

Clima. Durante todo el año, pero en especial en esta época, el clima de Tucumán en general, y de Tafí del Valle en particular, es muy agradable. Días templados al sol, aunque si sopla el viento serrano son probables las lluvias y las noches son frías.