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El torrontés está de fiesta

Encajonada entre montañas, la franja de viñedos se extiende en el horizonte riojano.
Encajonada entre montañas, la franja de viñedos se extiende en el horizonte riojano.

La Rioja ofrece su camino del vino, que cada noviembre tiene su enclave en la Fiesta Nacional del Torrontés Riojano. Es su cepa representativa, de color blanco dorado, la que invita a un recorrido por bodegas artesanales y otras exclusivas, al pie de las montañas.

Pequeña, dorada, frutada, la uva torrontés es emblema del suelo riojano. Hace gala de su generosidad cuando se avanza del desierto a los valles y se sumerge en el camino del vino de La Rioja.

Los riojanos hacen gala de tener a arauco, su propia aceituna de mesa y también al más frutado de los vinos blancos que representan una invitación a degustarla en el mismo suelo donde nace.

Recorrer una finca junto al enólogo descorre el encanto que tiene un viaje al corazón de los viñedos. Es durante la primavera cuando los paisajes renuevan el verde perdido en el invierno y es en las vides donde se distingue su presencia.

Del abanico de varietales, son los riojanos los dueños de la historia del Torrontés porque ahí se dio luego la mejor expresión de esa uva desde la llegada de los españoles hasta hoy.

Los viñateros riojanos ostentan el título de pioneros en la producción del vino a granel y   en los últimos años, lograron aggiornarse al reconstruir pequeñas bodegas familiares, con dos siglos de historia. Hoy esos establecimientos en manos de las nuevas generaciones estrenan calidad y nuevas producciones.

Fincas en el paisaje

La Rioja prodiga rincones soñados para alojarse en fincas donde la arquitectura está en sintonía con el paisaje. Sorprenden luego de atravesar desiertos hasta llegar por ejemplo al Valle de Chañarmuyo. Caminatas en el lugar permiten llegar a la cima de la montaña y acceder a una de las vistas privilegiadas de la geografía. En esas coordenadas, se observa encajonada entre montañas, la franja verde cubierta de viñedos que se extienden hasta el horizonte.

Del mismo modo, cabalgatas y paseos en cuatro por cuatro, permiten conocer los secretos de los antiguos pobladores, sitios arqueológicos y hasta hacer navegación en las aguas del dique.

Muy cerca está Chilecito, apodada la Perla del Oeste, es la ciudad más grande del interior riojano y tiene una historia ligada a la explotación del oro. En la actualidad se postula ante la Unesco la maravillosa obra de la ingeniería que representa el cablecarril. El propósito es que esas minas ubicadas en los cordones montañosos del Famatina y el Velazco resulten nominadas como Patrimonio Histórico Cultural.

Los números del vino

La historia productiva y la experiencia en los hacedores del vino cantan los números: el 75 por ciento de la producción vitivinícola de La Rioja tiene lugar en Chilecito y el resto se distribuye entre las bodegas de la Costa Riojana (en Castro Barros); Villa Unión y Famatina.

Las 35 bodegas que incorporaron tecnología de última generación conviven con las pequeñas bodegas artesanales y determinan su tercer lugar como productora vitivinícola luego de la Octava Capital Internacional del Vino, que es Mendoza. Junto a la segunda productora, la vecina San Juan, forman el mapa vitivinícola que integra el circuito nacional del vino junto a las provincias de Catamarca, Salta, Tucumán, Río Negro, Neuquén y las bodegas bonaerenses en Suldangaray, La Pampa y Entre Ríos.

La cepa tiene su origen en España pero fue en este suelo donde adquirió sabiduría, dicen los expertos, porque fue el tiempo, la tierra y el clima los que le imprimieron un carácter propio que le valió la mayor expresión con sus notas frutadas, frescas y su color blanco dorado que el sol le provoca destellos. Y es justo esta característica la que la impulsó como competidora en el mercado mundial con su llegada a más de 25 países.

A medida

Se puede soñar entre viñedos si uno elige quedarse en Chañarmuyo pero si se sumerge aún más y llega hasta Vichigasta, en las afueras de Chilecito, el Blend Collovati es una exquisitez que logró Javier Collovatti el enólogo gerente de la bodega La Puerta que produce tres millones de litros y exporta a cinco continentes, en pleno valle de La Puerta. En su finca privada se dedicó a hacer su propio vino.

Para los viajeros y amantes de la buena mesa que sueñan con tener un vino propio deben tener en cuenta a Haras San José.

En Villa Unión una de las viejas casonas hoy remodelada y ampliada con cabañas y piscina, permite admirar los viñedos. El detalle es que uno puede elegir su línea de plantas de donde se cosecha y se elaboran vinos propios que se mantienen en guarda en un barril de roble.

Es un tour de vino completo. En cada época del año, sea durante la cosecha, el raleo o la poda el nuevo hacedor compra su vino propio y comparte tareas y elaboración.

El sueño del bon vivant como es agasajar a amigos con el vino propio, se concreta.

Artesanos del vino

Fuera de las bodegas riojanas de alta gama hay un recorrido imperdible por productores artesanales agrupados en Acove (Asociación Cordón del Velasco) que fueron galardonados como los mejores del país en los últimos certámenes de vinos. Cada establecimiento tiene su encanto y los propios dueños conducen las visitas. En ellas se aprende desde el manejo de las plantas y las uvas, hasta la historia de la finca, con las familias pioneras.

Casa India, en el Pueblo de Agua Blanca; Finca Lomas Blancas, donde el bisnieto del fundador regresó al pueblo para impulsar con nuevos conocimientos esos vinos que hicieron historia medio siglo atrás y quien comparte una cata para despertar los distintos sabores en el visitante.

También Los Navarros y Parrales de la Costa son parte del recorrido. Aunque la verdad es que toda La Rioja se relaciona con la historia de los viñedos, con más de 114 productores de los 900 que hay en la Argentina.

Quizás lo mejor sea un viaje hacia ese mundo del vino con la guía de un riojano para disfrutar de montañas, cielo y horizonte donde se enclava el generoso valle vitivinícola.

Lo que hay que Saber

Cómo llegar a Chilecito: desde la ciudad de Córdoba por el valle de Punilla a través de la ruta nacional 38 se arriba a La Rioja capital, y luego a Patquía para empalmar con la ruta nacional 74 hasta Nonogasta. Finalmente luego de 15 kilómetros por ruta nacional 40 se arriba a la ciudad de Chilecito.

Dónde dormir: Chilecito ofrece una gran variedad de alojamientos. Los hay céntricos desde $ 400 a $ 600 en base doble. También hay cabañas en los alrededores de la ciudad con precios estimativos entre $ 400 y $ 700. Por más información de alojamiento se puede consultar en: www.emutur.com.ar

Entradas a la Fiesta Nacional del Torrontés: abono por viernes, sábado y domingo, $ 200.

Entrada individual por cada noche $ 80. Las entradas en Chilecito se adquieren en quiosco Tino Melián y en los locales Musimundo de Chilecito y la ciudad de La Rioja.

Sexta fiesta nacional 

El torrontés significa mucho más que la cepa emblemática de los riojanos. Es orgullo, trabajo e historia. Por todas estas razones, entre el viernes 21 y domingo 23 de este mes se realizará la Sexta Fiesta Nacional del Torrontés Riojano en Chilecito. Será la cita obligada para los expertos de la actividad y aficionados que además propone degustaciones, catas y espectáculos musicales.