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El placer de los baños calientes

Termas de Cacheuta, en Mendoza. Ocupa uno de los más bellos enclaves de esa provincia.
Termas de Cacheuta, en Mendoza. Ocupa uno de los más bellos enclaves de esa provincia.

Desde épocas remotas, el ser humano hizo de los baños un ritual religioso o los utilizó como terapia medicinal. Sin embargo, el placer no era ajeno a la práctica que también algunos usaron como símbolo de estatus social. Las aguas termales concentran todos los objetivos. 

Si se vuelve la mirada hacia el pasado, el rito del baño se consideraba mucho más que un acto de aseo corporal. Así lo manifiesta la historia a través de las costumbres de civilizaciones antiguas de Egipto, Roma, Grecia y culturas como la árabe, en las que el baño tenía un gran significado religioso. Para el mundo islámico el agua simboliza la pureza y es un don divino. Por ello, el limpiar el cuerpo es un acto de fe.

Del mismo modo, ya en la antigüedad, los baños también perseguían fines terapéuticos; se lo vinculaba al placer y en algunos casos al estatus social.

Para el ritual del baño al agua se le sumaban óleos, pociones perfumadas con canela, mirra, nardo, aloe, azafrán, mirra y bálsamos porque no sólo se buscaba limpiar las impurezas del cuerpo sino también las del alma.

Los baños árabes que los moros llevaron a España, tuvieron su origen en las termas romanas y en el continente americano también es conocido que muchos pueblos originarios se trasladaban grandes distancias para llegar a zonas termales y disfrutar de la placentera práctica del baño considerada como un acto de purificación.

En Argentina en la generosa geografía de sus coordenadas hay numerosas termas dispersas a lo largo y ancho del país y en la actualidad la mayoría de los visitantes que llegan a modernos complejos termales lo hacen con fines terapéuticos por los comprobados beneficios físicos y psíquicos de sus aguas.

Acá una reseña de algunas de ellas.

Entre Ríos

Chajarí. Las termas de Chajarí ocupan un parque de 42 hectáreas sobre la ruta nacional 14 sus aguas tienen una temperatura que superan los 40° y tienen grandes propiedades terapéuticas.

La infraestructura que ofrecen son seis piscinas, una de ellas techada y con iluminación subacuática y con la presencia de cascadas. Se gradúa la temperatura entre 37º y 40º.

Colón. En un microclima muy benigno la ciudad de Colón cuenta con aguas termales en un marco de un maravilloso paisaje que propone numerosas actividades recreativas y culturales.

Dispuestas en el sector norte a orillas del río Uruguay, las termas abarcan una superficie de cuatro hectáreas y las aguas tienen temperaturas que varían entre los 33º y los 40º. El complejo termal de nueve piletas (cuatro cubiertas) se distribuyen de acuerdo a los servicios: dos piscinas destinadas a los niños; una con chorros a presión y duchas; dos de escasa profundidad y dos profundas y dos cubiertas. Asimismo hay propuestas de fangoterapia, masajes y cosmética.

Concordia. El agua termal en Concordia brota a una profundidad de 1.200 metros y tiene 48º de temperatura en boca de pozo los que las ubica entre las híper termales.

Emplazadas entre bosques de pinos y eucaliptos a escasos minutos de la ciudad cuenta con una infraestructura de seis piletas cuyas temperaturas oscilan entre los 35º y 44º. Tiene un área destinada a niños y otra para adultos; una pileta cubierta y un lago termal con playas de arenas. Una buena oferta de alojamiento consta de bungalows, dormis, hostería y camping además de un sitio de comidas rápidas.

Federación. El agua termal surge a los 1.260 metros y tiene una temperatura de 43º y el complejo termal está en la zona urbana a orillas del lago Salto Grande. Ocupa dos hectáreas y media de una zona con abundante vegetación.

Gualeguaychú. Son dos complejos termales, ambos con aguas de grandes propiedades benéficas para la salud. Alojamiento, espacios recreativos y perfil familiar caracterizan a termas de Gualeguaychú y a las de Guaychú. Las primeras con piletas de poca profundidad y aguas con temperaturas de 33º, ubicadas en cercanías de la zona urbana y las segundas con aguas de 40º en un entorno campestre.

La Paz. Ubicadas en las barrancas de la ciudad de La Paz, las termas del mismo nombre se encuentran en un predio de 12 hectáreas desde donde se observan postales del río Paraná y las distintas islas.

Tiene 11 piletas de distintas profundidades y temperaturas, dos de ellas con hidrojet, una cubierta y tres con para vientos. Cuenta con infraestructura gastronómica y sanitaria.

Mendoza

Cacheuta. En la cordillera de Los Andes (a 38 kilómetros de la ciudad de Mendoza) se encuentra el Parque de Agua Termal y Aventura Termas Cacheuta. Dispuesto como un auténtico oasis cordillerano el complejo termal cuenta con una piscina semi cubierta; una piscina con burbujas; una piscina destinada a los niños y todas con aguas a 30º de temperatura.

Duchas con masajes, un tobogán acuático y una pileta profunda con olas y abrazada por una playa de arena. Cuenta con propuestas gastronómicas y alojamiento.