El curioso caso de la fotógrafa suiza

En 1995, Jasmine Rossi, quien en ese entonces vivía en Europa y trabajaba en el Parlamento italiano, hizo un viaje a Salta que selló un antes y un después en el curso de su vida.

Durante sus recorridos y excursiones, la fotógrafa autodidacta se enamoró de la riqueza natural y cultural de la Argentina. A tal punto, que decidió abandonar su lugar de residencia para dedicarse por completo a recorrer los distintos territorios argentinos y “retratar sus almas”. Vivió dos años en una cabaña solitaria en Península Valdés y publicó libros con imágenes que ilustran de forma exhaustiva los encantos de la Patagonia. Hoy, 15 años después de su primer encuentro con Argentina, Rossi sigue recorriendo cada uno de sus rincones, siempre con la mochila en los hombros y la cámara en sus manos.