Cuesta del Obispo y Quebrada del Escoipe: descenso y aventura por Salta en dos ruedas

¿Bajar la montaña en bici? ¿No es riesgoso? ¿Tengo que ser ciclista? ¿Es un deporte extremo? ¿Hay que ser profesional del mountain bike? Estas son algunas de las preguntas que responde Gustavo Suárez, guía de Overland Salta, a aquellos que consultan por la aventura de bajar la Quebrada del Escoipe, en Salta, en bicicleta.

Impresionante: uno de los caminos más lindos de Argentina 

La excursión comenzó bien temprano por la mañana cuando nos pasaron a buscar por el lujoso House of Jasmines, muy cerca de la ciudad de Salta. Dejamos atrás La Merced Chica y Chicoana, capital del tamal salteño, para recorrer los 20 kilómetros de la Quebrada del Escoipe a puro zigzag vertiginoso entre montañas cubiertas de una vegetación casi selvática, tapizada de helechos, nogales, laureles y cerezos, a veces rojizas, a veces amarillas y otras verdes. Este camino une los valles de Lerma y Calchaquí, costeando el río Escoipe, hasta el pie de la Cuesta del Obispo, que es igual de serpenteante pero en una subida que no da respiro.

El punto más alto es la Piedra del Molino, a 3.348 msnm, dentro del parque nacional Los Cardones y, según el clima, es altamente probable que los últimos kilómetros se hagan con una niebla densa. El parque toma su nombre de la gran cantidad de ejemplares de cardón o pasacana, una especie característica de los valles, donde también hay huellas de dinosaurios de 70 millones de años de antigüedad y pinturas rupestres.

Allí nos esperaban Gustavo y su gente de Overland Salta, una agencia especializada con más de 16 años de trayectoria en travesías en bicicleta por el norte, en particular en el descenso por la Cuesta del Obispo. Con ellos había una camioneta cargada de bicicletas. El grupo de aventura sumaba ocho personas, de edades diversas –el tour se puede hacer desde los 15 años–. Gustavo había sido bien claro en las comunicaciones previas: no hace falta ser atleta ni experto en ciclismo para subirse a la bici y bajar, apretando el freno si la pendiente se vuelve pronunciada.

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Antes de la charla de seguridad disfrutamos del paisaje, uno de los más lindos del norte argentino. Un paraíso natural con curvas y contra curvas, rulos y nudos necesarios para subir la montaña, por donde bajaríamos en breve. Nos sacamos la foto de rigor, junto al cartel de la Piedra del Molino, y después probamos las bicicletas Venzo (rodados 26, 27.5 o 29), todas modelo 2018 y 2019 algunas con 24 velocidades y freno a disco mecánico y otras con freno hidráulico.

A rodar

Adaptamos altura del asiento y nos calzamos cascos, rodilleras, coderas, guantes y chalecos fosforescentes. Iríamos acompañados por dos guías en bici, uno adelante, otro atrás, y por la camioneta que nos seguiría a distancia, con un botiquín de primeros auxilios que es tan solo una medida de prevención más. Los guías estarían comunicados por handy y llevarían cámaras GoPro y de fotos para registrar la aventura.

Ya era casi mediodía cuando estuvimos todos listos y comenzamos una experiencia impagable: bajar con el viento contra la cara, apenas el silbido de las ruedas contra el asfalto y la maravilla que regala la naturaleza para disfrutar en silencio.

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Durante el primer tramo de 22 kilómetros con vistas magníficas, fuimos parando para tomar fotos y relajar las manos de la vibración del asfalto. Según indicaciones del guía, no hay que apretar el manubrio para evitar así llevar tensión innecesaria a brazos y hombros. En ese mismo trayecto se pueden observar sedimentos marinos del paleozoico, afloramientos de rocas cristalinas de la era precámbrica, helechos gigantes y cerezos en flor.

Parada obligada

Tras una hora y media de descenso paramos para almorzar en un parador al pie de la cuesta. Con las fuerzas repuestas, retomamos el camino para entrar en un sendero de cross country de 10 kilómetros entre una vegetación casi selvática, poblado de helechos gigantes que bordeaban el río que da origen a la Quebrada de Escoipe.

Cerca de las 16,30 llegamos al final del recorrido y ninguno podía creer que habíamos descendido 40 kilómetros con un desnivel total de 2.240 metros, atravesando paisajes áridos de puna y verdes de selva de montaña.

Con el cuerpo agradecido y el alma llena, nos restaba ahora esperar las fotos que Gustavo subiría al Facebook de Overland y nos mandaría por e-mail. 

Datos útiles 

CÓMO LLEGAR. Desde la ciudad de Córdoba a Cafayate hay 705 kilómetros que se unen con las rutas nacionales 9, 60, 157 y un tramo por la provincial 307 que empalma con la 40. Aerolíneas Argentinas tiene vuelos directos entre Córdoba y Salta desde los 6.000 pesos. www.aerolineas.com.ar. Teléfono: 0810-222-86527.

DÓNDE DORMIR. House of jasmines. Ruta nacional N 51 km 6, La Merced Chica. Teléfono: 0387-497-2002, www.houseofjasmines.com. Tarifas desde los $ 7.600 la doble con desayuno. La Merced del Alto. Fuerte Alto, Banda Norte, Cachi. Teléfono: 3868-49-0030, www.lamerceddelalto.com. Tarifas desde los 6.600 pesos la doble con desayuno. Patios de Cafayate Wine hotel. Ruta nacional 40 & Ruta nacional 68, Cafayate. Teléfono: 3868-42-2229, www.patiosdecafayate.com. Tarifas desde los $ 6.700 la doble con desayuno.

PARA EL DESCENSO. Overland Salta, www.overlandsalta.com. Reservas por e-mail a info@overlandsalta.com, o por WhatsApp al 387484-0739. Tarifa: 5.400 pesos que incluye traslados ida y vuelta a Salta capital, almuerzo, equipo y sesión de fotos. Salidas grupales con un mínimo de tres personas. Se sugiere llevar ropa cómoda, zapatillas, gorro, protector solar y anteojos transparentes o lentes de sol para proteger los ojos del polvo durante el pedaleo.

MÁS DATOS. www.turismo.salta.gov.ar.