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¿Cómo afecta la crisis al turismo?

Operadoras mayoristas y agencias de viaje evalúan la reacción del mercado frente a la volatilidad cambiaria. Expectativas, incertidumbre y destinos que aparecen como opción frente a los movimientos de la economía.

¿Cómo analizan las empresas del sector turístico las consecuencias relacionadas con la suba del dólar? La pregunta cae como una bomba en un contexto en el que el precio de la divisa norteamericana no parece tener un horizonte claro. Las dudas y los temores persisten en el sector, que avizora una temporada difícil, en la que ya se vislumbran muchas adaptaciones para sostener la demanda. “Incertidumbre” es la palabra que se repite en los testimonios.

“La suba del dólar y la falta de certezas que fue generando esta volatilidad en el tipo de cambio se vio traducida en que mucha gente se paralizara. Hubo semanas en las que no sabíamos cuál era el valor de la divisa, y la actividad se cayó”, expone Guillemo Monti, de Transatlántica. “Esto, sumado a la expectativa de alta inflación y a la incertidumbre de la actividad económica para los próximos meses, afecta a la industria de viajes. En definitiva, tenemos una demanda que cuantitativamente está con el bolsillo mucho más flaco en relación a principio de año”, asegura.

Federico Maccio, de TDH, va un poco más allá: “Esta movida del dólar retrajo totalmente la demanda a cualquier destino, nacional o internacional. La gente no está pensando en viajar, y eso no tiene que ver con el precio, sino con la angustia social”.

Juan Toselli, director de la empresa que lleva su nombre, también es categórico respecto del impacto de la crisis en el humor social. “Es obvio que esto ha sido muy duro para nuestro sector. Va a haber gente a la que no le va a alcanzar para viajar, o que va a tener que postergar sus planes”, expone. Y define: “Lo que más afecta nuestro trabajo diario es la volatilidad. Cuando la gente tiene ruido en la cabeza, no viaja. Se asusta y demora su decisión. No quiere tener sorpresas al regreso. Es un tema psicológico muy importante para nuestro negocio”.

“El precio del dólar es irreal”, argumenta Toselli, quien identifica el problema con una falta de consenso político. Sin embargo, la suba del tipo de cambio no es la única variable en juego. “Si sigue la volatilidad, se nos va a ir complicando cada día más. Porque además de la devaluación tenemos el problema de la escasa financiación que hay”, analiza Toselli. “No sólo los bolsillos están más flacos sino que hay menos crédito, con lo cual es casi la tormenta perfecta para el que quiera viajar. Estamos analizando, ante la falta de financiamiento bancario, si podemos financiar con nuestro propio capital”, agrega a su turno Monti.

 
 
 
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Expectativas

Más allá del escenario complejo, hay algunas señales que permiten pensar en positivo. “Hubo una merma de consultas, pero la gente de a poco está volviendo a cotizar, más allá de que lo piensa dos veces antes de cerrar la compra”, advierte Santiago Jofré, de Interturis.

Frente a ese panorama, la superpoblación de ofertas se hace notar. “Las compañías aéreas acomodan sus tarifas para poder generar demanda”, grafica Juan Cruz Lozada. “Tanto Copa Airlines como Latam o Aerolíneas Argentinas, que tenían tarifas para volar al Caribe por 1.000 dólares aproximadamente, hoy están sacando ofertas por 650 o 700 dólares, que ayudan al impacto de la variación en cuanto a la tarifa en pesos”, explica el presidente de Lozada Viajes.

“La oferta de producto turístico de corto plazo, en Argentina o en el exterior, bate récords históricos de tarifas promocionales”, sugiere Federico Maccio. “Así sean tarifas en dólares, multiplicadas por el peso más caro que exista van a dar más baratas que cuando el dólar estaba a 25. Ejemplo: hoy un pasaje a Cuba cuesta 400 o 500 dólares (unos 20 mil pesos), cuando en general está entre 900 y 1.100 dólares, que en su momento eran entre 23 y 25 mil pesos”, grafica el titular de TDH.

Asimismo, sostiene que se trata de un fenómeno de “súper corto plazo”, que no es sustentable en el tiempo y que tiene que ver con la necesidad de sostener la demanda por parte de las aerolíneas. “Si el pasajero compra hoy, será el precio más barato de los últimos 10 años”, resume.

 
 
 
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Financiación y eventos online

En este sentido, quienes tienen ahorros en dólares cuentan con un panorama bastante beneficioso a la hora de encontrar tarifas. Pero, al mismo tiempo, las promociones por parte de las aerolíneas no descartan la financiación en cuotas como estrategia de venta.

“Consideramos que la gente va a viajar, porque hay medios para financiar los viajes”, sintetiza Juan Cruz Lozada. “Las compañías están sacando promociones en 12 cuotas sin interés, con cuotas fijas en pesos. Son ofertas muy agresivas, y las están sacando para la temporada de verano. Antes, las promociones no eran válidas entre el 15 de diciembre y el 15 de marzo. Ahora se extienden hasta el 30 de marzo”, argumenta.

“Tenemos muchas consultas”, aporta Javier Araya, de Siga Turismo. “Hubo una acción a fines de agosto, el Travel Sale, que realmente ayudó mucho. El público está permeable a las ofertas. Las promociones de las líneas aéreas, de hoteleros y las nuestras como operadores mayoristas traccionan y hacen que las ventas continúen”, comenta.

“Ayuda mucho toda esta nueva oferta de vuelos desde el interior. Hoy tenés salidas al Caribe y a Brasil desde Rosario o Mendoza. Sin ir más lejos, Salta acaba de inaugurar un vuelo directo a Panamá. Hay líneas aéreas con vuelos directos a Salvador, a Porto Seguro, a Recife, sin pasar por San Pablo o Río”, observa Araya, quien también hace hincapié en la baja generalizada de precios de las aerolíneas: “Hoy, con el cambio a 39, tenés boletos a algunos destinos del Caribe que, en pesos, cuestan prácticamente lo mismo que cuando el cambio estaba en 22”.

 
 
 
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Brasil, el salvavidas

“Mucha gente que tenía pensado ir al Caribe o a Estados Unidos, va a acceder al norte de Brasil: Bahía, Natal, Porto de Galinhas. Y los que iban a ir a esos lugares van a ir un poco más al sur, como a Florianópolis por ejemplo”, analiza Juan Cruz Lozada, dando cuenta del efecto escalonado que tendrán los bolsillos más ajustados.

“Aerolíneas Argentinas ya tiene cargados cinco vuelos regulares por semana para temporada alta, a tarifas con un 30 o 40% de descuento. Lo que antes costaba 600 o 700 dólares hoy está en 450, 500 dólares. Y estamos hablando de enero. Se va a vender mucho Brasil”, agrega.

“El mercado está tendiendo hacia destinos más domésticos y de cabotaje. Brasil en general va a andar bien. El sur siempre es fuerte y gente que tal vez suele ir al Caribe va a elegir el norte de Brasil o Río de Janeiro”, completa Santiago Jofré.

“Al público argentino, el de los viajes masivos (familias, parejas, estudiantes), le gusta el sol y la playa. Y obviamente las compras. Eso seguramente se haga a un costado”, sostiene Guillermo Monti. “Los destinos de compra van a bajar un poco, pero el sol, la playa y los all inclusive, que te permiten cerrar un presupuesto, van a ser lo que más se mueva”, aporta el CEO del Grupo Transatlántica, quien también ve el sur de Brasil como la zona más beneficiada en este marco.

“Los destinos tradicionales que suelen tener muchas consultas a esta altura del año, como Miami o alguno de los destinos top del Caribe combinados con Panamá, han bajado mucho”, puntualiza Javier Araya, que entiende que esa demanda se ha adaptado al contexto de crisis.

Y cierra: “Los destinos que se están vendiendo y en los que hay muchas consultas son paquetes cerrados de siete noches a playas del Caribe, cuando en general el argentino está acostumbrado a viajar 10 días, y Brasil. La tendencia hoy la está marcando Brasil”.