Buenos Aires para cinéfilo: bares y paseos de película

Sobre la avenida Santa Fe, a sólo ocho cuadras del Village Recoleta –el complejo que este año será la principal sede del Bafici junto con el Centro Cultural Recoleta, en pleno barrio chic de Buenos Aires– se encuentra una de las librerías más bellas del mundo (The Guardian dixit). Es El Ateneo Grand Splendid, que exhibe sus libros entre los pasillos y palcos de lo que fue, años atrás, uno de los más elegantes cines porteños. Vale la pena dar una vuelta para conocer este lugar, entre película y película, porque es uno de los mejores sitios donde Buenos Aires captura su alma cinematográfica y evoca con nostalgia aquellos tiempos en que no había streaming.

Pero éste no es el único sitio que podemos visitar, aunque la Recoleta sea ideal para detenerse en algunos de los bares y lugares que permiten desatar la pasión bien argentina por la “comedia, el drama, la psicología y la intriga”. Todas características que, según Will Smith, tiene Buenos Aires, la ciudad que el célebre Man in Black descubrió durante la filmación de Focus, en 2013.

Enfrente del cementerio de la Recoleta, “el Père-Lachaise porteño”, La Biela es un clásico inoxidable del circuito cultural en la ciudad. Además del nombre “tuerca”, muy vinculado a su historia, fue el lugar elegido para la primera salida nocturna de Francis Ford Coppola en Buenos Aires. Robert Duvall –figura del cine estadounidense amante del 2x4, escritor y realizador de Assasination tango– aseguró en una entrevista: “Siempre vamos a La Biela, mi lugar preferido en todo el mundo”. De paso, Coppola tiene su propia casa (ahora convertida en hotel con el nombre de Jardín Escondido) en Palermo: una herencia de la filmación de Tetro, estrenada en 2009. Es un poco más lejos del Festival, pero se justifica: en la esquina -Malabia y Gorriti- está Cocu, la mejor panadería francesa de Buenos Aires.

“El secreto”, “Nueve reinas” y “Relatos salvajes”

Al igual que en el cine, en Buenos Aires no todo es lo que parece. El Petit Colón, bar notable ya clásico para los habitués del vecino teatro Colón (también sede del Bafici), no es tan antiguo como sugieren la boiserie y las sillas Thonet, pero tiene un aire afrancesado muy porteño. Partiendo del Ateneo Grand Splendid, llegamos después de recorrer una docena de cuadras hasta arribar a Tribunales, donde brilla su elegancia demodé entre un público febril de abogados.

La zona fue el eje de El secreto de sus ojos, el film de Juan José Campanella premiado con el Oscar. En cuanto al Colón, resulta uno de los pocos lugares reconocibles en Highlander II, filmada en Buenos Aires en 1989... y dueña del dudoso mérito de ser considerada la peor secuela de la historia. Volviendo a El secreto de sus ojos, si queremos conocer el verdadero bar de la película, debemos ir hasta Only VI, en Paseo Colón 749.

Estamos siempre en el centro, un poco fuera de circuito, pero con una ventaja: cruzando el Puente de la Mujer diseñado por Santiago Calatrava, llegamos al Hilton, cuyo lobby (ahora en remodelación) fue escenario de célebres escenas en la película Nueve Reinas. Unos pasos más y estaremos en Córdoba 176, el estacionamiento de "Bombita" en Relatos salvajes. Quienes quieran revivir la ya famosa escena del avión, podrán pasar por el Aeroparque porteño, que además está en la misma parte de la ciudad que otras dos sedes del BAFICI: el Planetario Galileo Galilei, en los bosques de Palermo, y el cine del Malba (Figueroa Alcorta 3.415), muy cerca de la sede de la TV Pública. El Museo de Arte Latinoamericano es una invitación a cerrar el circuito cinéfilo con una charla en el café Marcelo Dolce, un espacio moderno y luminoso, de inspiración italiana.

Plus

“Esperando la carroza”

La afición porteña por deconstruir perdonó a un ícono del cine local: la casa del barrio de Versalles que fue escenario de Esperando la carroza, el clásico de Alejandro Doria de 1985 con Antonio Gasalla. Echenagucía 1.232, donde Buenos Aires ciudad se acerca a Buenos Aires provincia.

Dos hoteles para el cine

En el Intercontinental del barrio de Montserrat, a un paso de San Telmo, se filmó el casamiento de Relatos salvajes. Y en el Alvear Palace de Recoleta se rodaron Dos hermanos (de Daniel Burman, con Antonio Gasalla y Graciela Borges) y Resentimental, que se estrena este año, con la actuación de Lucila Polack, la novia argentina de Al Pacino.

Datos útiles

CÓMO LLEGAR: en avión, Córdoba-Buenos Aires en una hora y cuarto. Desde 1.544 pesos.

PASEOS: en la Recoleta, el barrio central del BAFICI, es imperdible el histórico cementerio con sus tumbas monumentales. A la noche, el silencio se cambia por tragos y música en los numerosos bares que lo rodean. A poca distancia están el Museo Nacional de Bellas Artes, el Palais de Glace y el paseo comercial Buenos Aires Design. Los domingos, una gran feria artesanal se adueña de la plaza frente al Centro Cultural Recoleta.

GASTRONOMÍA: La Biela ofrece aperitivos y picadas ideales para disfrutar al aire libre, junto a la gran magnolia, así como sándwiches y lomitos. En la misma línea, el Petit Colón tiene la típica carta de cafés y tostados de un bar porteño. Marcelo Dolce, la cafetería del MALBA, vende pastelería italiana, pizzas, panini y tramezzini, así como tortas clásicas. Vale la pena también tomar el té vespertino del Alvear Palace Hotel.

ALOJAMIENTO: Cyan Recoleta Suites (tres estrellas): Junín 1.743, Tel. (011) 5236-9095; www.hotelcyanrecoleta.com. Dazzler Hotel Recoleta (cuatro estrellas): General Las Heras 2.161, Tel. (011) 2058-5556. www.dazzlerhoteles.com. Casa Sur Art Hotel: Callao 1823 (cinco estrellas), Tel. 011 4515-0085; www.casasurhotel.com.

MÁS DATOS: http://festivales.buenosaires.gob.ar/bafici/

Fundación Proa

Esta sede del Bafici, ubicada en avenida Pedro de Mendoza 1929, nos invita a salir de paseo por el barrio que sabe de pasión futbolera y tradición inmigrante. En el cine, sus calles coloridas fueron escenario de varias películas: entre ellas Tetro, de Francis Ford Coppola; Happy Together, de Wong Kar Wai; Focus con Will Smith; y la nueva Si los gatos desaparecieran de la Tierra, toda una rareza japonesa ambientada también en el cementerio de la Recoleta.