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Buenos Aires: en busca del “2x4”

Esquina Homero Manzi. El lugar conserva sus puertas de madera, vidrio biselado y el típico fileteado porteño. Un menú imperdible: lomo Homero Manzi, flambeado con puerro y oporto, más timbal de arroz azafranado. (fotografías de Graciela Cutuli)
Esquina Homero Manzi. El lugar conserva sus puertas de madera, vidrio biselado y el típico fileteado porteño. Un menú imperdible: lomo Homero Manzi, flambeado con puerro y oporto, más timbal de arroz azafranado. (fotografías de Graciela Cutuli)

De visita por Buenos Aires, le acercamos tres lugares donde volver a vivir la esencia de la música y el baile que Argentina exportó al mundo.

Buenos Aires tiene cerca de 73 bares notables, considerados los más representativos de la ciudad. Muchos de ellos están ligados con el tango. Además, existen tanguerías y otros sitios donde prevalece el espíritu del “2x4”. A continuación, un repaso de bares y de tanguerías para disfrutar en la capital del país:

Café de los Angelitos

En pleno barrio de Balvanera, este café histórico –que fue íntegramente reconstruido hace 10 años– puede jactarse de pergaminos gloriosos del 2x4: aquí paraba Carlos Gardel en los comienzos de su carrera artística, cuando formaba un recordado dúo con José Razzano, autor del tango que inmortalizó el lugar, junto con Cátulo Castillo.

Café de los Angelitos. Todos los domingos, a las 16, se puede disfrutar del Té de los Angelitos, que incluye media hora de show de tango y baile, con relatos de Mercedes Carrera.  (fotografías de Graciela Cutuli)
Café de los Angelitos. Todos los domingos, a las 16, se puede disfrutar del Té de los Angelitos, que incluye media hora de show de tango y baile, con relatos de Mercedes Carrera. (fotografías de Graciela Cutuli)

El bar nació en 1890 de las manos del italiano Bautisto Fazio, cuando la Avenida Rivadavia era una zona marginal y orillera, frecuentada por “chinas” y “compadritos”. Tomó su nombre actual en 1920 y, con el tiempo, se convirtió en uno de los núcleos de la payada porteña, atrayendo a personalidades como el socialista Alfredo Palacios, los tangueros Osvaldo Pugliese y Aníbal Troilo y el actor Florencio Parravicini.

Esquina Homero Manzi

Entre San Juan -donde está la esquina dedicada a Homero Manzi, autor del tango Sur- e Independencia, en la Avenida Boedo, late pura esencia tanguera, desde las milongas a los cafés, y otra esquina célebre dedicada a Osvaldo Pugliese.

Esquina Homero Manzi. El lugar conserva sus puertas de madera, vidrio biselado y el típico fileteado porteño. Un menú imperdible: lomo Homero Manzi, flambeado con puerro y oporto, más timbal de arroz azafranado. (fotografías de Graciela Cutuli)
Esquina Homero Manzi. El lugar conserva sus puertas de madera, vidrio biselado y el típico fileteado porteño. Un menú imperdible: lomo Homero Manzi, flambeado con puerro y oporto, más timbal de arroz azafranado. (fotografías de Graciela Cutuli)

El bar de San Juan y Boedo es una joya restaurada, que nació en 1927. El lugar conserva sus puertas de madera y vidrio biselado, la decoración con el típico fileteado porteño y sillas que se niegan a la modernidad. Cualquier tarde, apenas de paso, se pueden escuchar al salir del subte las notas de Mi noche triste, Malena o Barrio de tango, las creaciones de Manzi que perduran en la memoria musical de Buenos Aires.

Esquina Carlos Gardel

Justo detrás de los grandes arcos del Abasto, a metros de esa Avenida Corrientes que “Carlitos” conoció angosta y sin el Obelisco, están el pasaje y la esquina que homenajean al inmortal intérprete de Volver y Mi Buenos Aires querido.

Esquina Carlos Gardel. Doce bailarines recrean cada noche uno de los mejores espectáculos de tango, que recorren la historia del 2x4. (fotografías de Graciela Cutuli)
Esquina Carlos Gardel. Doce bailarines recrean cada noche uno de los mejores espectáculos de tango, que recorren la historia del 2x4. (fotografías de Graciela Cutuli)

Se sumaron, además, una estatua de homenaje al bandoneón y un museo dedicado al “Zorzal Criollo”, en un pasaje peatonal muy concurrido los fines de semana, cuyas paredes coloridas hablan del tango desde sus murales. Doce bailarines en escena, en un escenario teatral que recuerda la Belle Epoque, recrean cada noche uno de los mejores espectáculos de tango, que recorre la historia del 2x4 desde los tiempos de la rubia Mireya hasta la renovación de Piazzolla.

Datos útiles

Café de los Angelitos 

CÓMO LLEGAR: Av. Rivadavia 2100. Cena show estándar: $ 1.950. Sólo show estándar:

$ 1.350. Cena show VIP: $ 3.600. Sólo show VIP: $ 2.850.

Más datos: Tel. (011) 4952-2320. www.cafedelosangelitos.com

Esquina Homero Manzi

CÓMO LLEGAR: San Juan 3601. Precio del show:

$ 600. Show sin bebidas: $ 400. Menú “Fuimos”:

$ 1.300. Sector “Bien Bacán”: $ 1.540.

Más datos: Tel. (011) 4957-8488. www.esquinahomeromanzi.com.ar.

Esquina Carlos Gardel

CÓMO LLEGAR: Carlos Gardel 3200. Cena Show platea: $ 2.100. Cena show VIP: $ 4.200. Sólo show platea: $ 1.440. Sólo show VIP: $ 2.880.

Más datos: Tel. (011) 4867-6363. www.esquinacarlosgardel.com.ar.

Plus

Historias de tangos

A lo largo de una hora y veinte, con un quinteto formado por piano, bajo, dos bandoneones y un violín, junto a dos cantantes y una pareja de bailarines, en el Café de los Angelitos el show traza la historia del tango desde los años 20 hasta Astor Piazzolla.

(fotografías de Graciela Cutuli)
(fotografías de Graciela Cutuli)

Grupo de Boedo

A pocos metros de San Juan y Boedo, en una galería que es una reliquia de los ‘70, el escritor Isidoro Blaisten perpetuó la tradición literaria del Grupo de Boedo –que integraron también los músicos Sebastián Piana y Cátulo Castillo– con una librería donde escribió tres de sus novelas.

“El Morocho del Abasto”

La estatua de Carlos Gardel espera a los visitantes en la esquina del pasaje Gardel y Anchorena, a la sombra del antiguo mercado que hoy es un shopping, en el barrio donde se hizo célebre “el Morocho del Abasto”.

(fotografías de Graciela Cutuli)
(fotografías de Graciela Cutuli)

*Especial