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La aventura empieza en Ushuaia

Ushuaia, capital de Tierra del Fuego, es un destino ideal para los aventureros. La ciudad también ofrece propuestas para todos los gustos.

La ciudad más austral de Argentina siempre sorprende. Desde el aire, mientras el piloto del avión va acomodando la trompa para aterrizar en el aeropuerto, ya asombra con su pista, una obra de ingeniería que parece flotar sobre el espejo de agua y cuyas dos cabeceras terminan en el mar. Descender en esa superficie, construida sobre una península en medio del canal Beagle, es lo más parecido a enhebrar una aguja. Pero el exigente terreno está preparado para un aterrizaje seguro, lo que constituye un espectáculo en sí mismo.

Ushuaia también sorprende por las variadas actividades que se pueden hacer. Sobre todo las relacionadas con el turismo aventura, ya que, al ser un destino valioso en condiciones geográficas y climáticas, propone muchas posibilidades para desarrollarlo.

Y desconcierta a las personas que, hasta antes de pisar suelo fueguino, estaban convencidas de que carecían de espíritu aventuro. A la larga o a la corta, hasta los menos osados terminan metidos en distintas travesías.

Es que el lugar invita. El clima desapacible, la infinidad de postales naturales, la lejanía con cualquier lugar de residencia o el hecho de estar en el fin del mundo: cualquier motivo es válido y sirve de excusa para vivir el destino a pura acción.

DATOS ÚTILES. Información útil para viajar a Ushuaia.

A los más aventureros, Ushuaia les propone desafíos intensos, y a los menos audaces los tienta con esas propuestas que combinan adrenalina, paisajes inigualables y deliciosa gastronomía. El combo perfecto para evangelizar hasta al visitante más parsimonioso y convencerlo de que los días de descanso se disfrutan más cuando se los combina con una cuota de vértigo.

Un plus: en el fin del mundo, las actividades de turismo aventura se pueden realizar en cualquier época del año. A medida que transcurren, las estaciones van transformando a la ciudad en una experiencia diferente para contemplarla desde varias alternativas. Estas son sólo tres experiencias para descubrirla desde el costado más aventurero.

Por aire

Ushuaia es una de las pocas ciudades del país que cuentan con vuelos turísticos en helicóptero. Una experiencia adrenalínica y única, no apta para cardíacos.

La actividad permite conocer el destino desde arriba, con una panorámica imperdible. Los recorridos en helicóptero son diversos: hay desde un sobrevuelo por la ciudad hasta la visita a estancias, lagunas y penínsulas. Pero lo más fascinante es el aterrizaje en la cima de la Cordillera de los Andres, muy cerca del monte Olivia, siempre que las condiciones climáticas lo permitan. Una opción para hacer cumbre sin demasiado esfuerzo, y dejarse sorprender por la inmensidad de la altitud y el inmaculado manto de nieve.

El clima desapacible, la infinidad de postales naturales o la lejanía con el lugar de residencia: cualquier motivo sirve de excusa para vivir el destino a pura acción.

La empresa Heliushuaia hace varios tipos de sobrevuelo, siendo el más extremo el “heliesquíboard”, que permite esquiar o hacer snowboard en la cordillera.

Por agua

Navegar el canal Beagle es toda una aventura. Las excursiones parten del muelle turístico, ubicado en el centro de la ciudad, y hay diferentes modalidades y embarcaciones. En la empresa Rumbo Sur, la más extensa dura tres horas y permite conocer la Isla de los Lobos y la de los Pájaros, entre otras maravillas naturales. Allí habitan colonias de lobos marinos sudamericanos de un pelo y cormoranes.

Al llegar al archipiélago Bridges, se desciende de la embarcación para realizar una caminata en la isla más grande. En el lugar se puede observar una réplica de los yaganes o yámanas, el primer pueblo indígena que habitó el archipiélago fueguino.

La expedición también llega hasta el conocido Faro del Fin del Mundo, construido en 1918 por la Armada. La torre tiene 11 metros de altura y emite destellos cada cinco segundos para alertar a los barcos de la presencia de las islas.

Para los amantes del buceo, el canal también ofrece increíbles tesoros subacuáticos.

Por tierra

Una de las travesías más extremas es la excursión Lagos 4x4. A bordo de una Toyota Prado Land Cruiser de la empresa Tierra del Fuego Aventura, la aventura comienza en el mirador del Paso Garibaldi, donde la ruta 3 alcanza la máxima altitud tras atravesar los Andes Patagónicos Fueguinos. Desde ahí, entre la nieve, los bosques y los lagos, todo es adrenalina pura.

En este circuito se pueden experimentar, en un mismo día, las cuatro estaciones. Se pasa de la nieve al sol en cuestión de minutos, lo mismo que de la lluvia al crudo y seco viento y la neblina.

Ya en el Paso Garibaldi, la acción roza el extremo al descender por una pronunciada pendiente cubierta de nieve. Por momentos, el vehículo queda casi de costado y los zarandeos hacen replantearse el viaje.

La calma llega en lago Escondido, un lugar alucinante donde el silencio es el rey. Pero no dura mucho. Luego de un trecho por la ruta 119, la experiencia continúa en pleno bosque sudamericano fueguino, un inhóspito lugar repleto de lengas, vegetación y animales autóctonos. El circuito es a vuelta de rueda, copiando delicadamente el dibujo del suelo. No es rally, pero lo extremo se vive de cerca.

Todo vale la pena cuando desde lo alto se puede apreciar el lago Fagnano, el camino al pueblo de Tolhuin. La vuelta es menos agitada aunque fascinante cuando el vehículo se encuentra en el lago para retomar el camino.

La aventura no termina ahí. En el centro de las actividades de invierno Ushuaia Blanca se almuerza en la Cabaña Museo Ernesto Kründ, una réplica del refugio que construyó el primer plano de la isla para el descanso en el largo camino. La adrenalina de la 4x4 continúa con los vehículos UTV que se utilizan para trasladarse a la cabaña.