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Un restaurante flotante en Isla Grande, la cocina más fresca

Ilha Grande: una vuelta a la isla más hermosa del litoral de Brasil. (Foto: Daniel Santos)
Ilha Grande: una vuelta a la isla más hermosa del litoral de Brasil. (Foto: Daniel Santos)

Las ostras o vieyras recién sacadas del mar y llevadas a la mesa: un manjar en un contexto extraordinario.

Las opciones gastronómicas en Ilha Grande son variadas, y se pueden encontrar desde carnes hasta pastas, y por supuesto las mil variedades de frutos del mar. Y es un complemento ideal para un viaje a este destino de Brasil que tiene mucho para ofrecer, además de playas hermosas.

El mejor lugar que visitamos es Flutuante Lelé e Cleuzinha, un restaurante de mariscos que, precisamente, flota. Está ubicado a unos cuantos metros de la costa de una de las playas de la isla, y es parada obligada para motos de agua, taxi boats o embarcaciones más grades, que eligen este punto característico a la hora de comer.

Ilha Grande: una vuelta a la isla más hermosa del litoral de Brasil. (Foto: Daniel Santos)
Ilha Grande: una vuelta a la isla más hermosa del litoral de Brasil. (Foto: Daniel Santos)

¿Por qué va tanta gente? Porque la comida es exquisita. Pero especialmente porque del mismo borde de la casa/isla cuelgan las redes de las que sacan las ostras o las vieyras que marchan a la cocina, tan sencilla como experta del lugar.

Ostras a la vista en Ilha Grande

La vista, el movimiento natural sobre el mar calmo, la posibilidad de refrescarse en medio de la vuelta a Ilha Grande, la charla con los dueños y chefs y todo de Flutuante Lelé -que muestran y cuentan la pesca y explican los pasos de cada menú-, forman parte de una experiencia increíble.

Ilha Grande: una vuelta a la isla más hermosa del litoral de Brasil. (Foto: Daniel Santos)
Ilha Grande: una vuelta a la isla más hermosa del litoral de Brasil. (Foto: Daniel Santos)

La decoración es extremadamente simple, toda de madera, ostras, lianas y algunas frutas coloridas. Esa naturalidad le suma mil puntos, al igual que el permiso que nos dan para espiar la cocinita detrás, desde la que llega el olor, como un anticipo de lo que vendrá.